¿Piensas que el estrés es tu peor enemigo y que te está haciendo sufrir más de la cuenta? ¿Consideras que el exceso de estrés afecta negativamente a tu salud?

Quizá ha llegado el momento de que consideres el estrés como un aliado, o casi como un amigo. Porque el estrés puede ser beneficioso: no se trata de combatir, sino de gestionar el estrés. Y de hacerlo a tu favor.

gestionar el estrés despierta y entrena

El estrés es tu amigo: aprende a gestionarlo

Puede parecer una paradoja, pero el estrés no es el enemigo que creías. Los efectos negativos asociados a esos excesos solo se producen cuando nos dejamos llevar por los pensamientos negativos y de derrota.

Resulta que lo que te mata no es el estrés, sino la creencia de que el estrés mata.

¿Cómo? 🤔

Dedica un ratito de tu día de hoy a ver este vídeo, que revolucionará por completo tu punto de vista sobre el estrés:

Gestionar vs. combatir el estrés

Sí, puedes aprovechar el estrés a tu favor para lograr salir de una situación que exige muchísimo de ti. El eustrés (conocido como el «estrés bueno») nos permite realizar un gran número de tareas, incluso cuando tenemos la presión del tiempo en nuestra contra.

El distrés (o «estrés malo») llega cuando superamos ciertos límites saludables. Con el distrés perdemos la concentración y nos enfrentamos a otros problemas como la ansiedad, el insomnio, o el riesgo cardiovascular.

Por suerte, tu actitud frente al estrés puede cambiar mucho las circunstancias. Si consideras que el estrés es un aliado que te ayudará a salir de la situación difícil, entonces el estrés se convertirá en un aliado.

Esto no significa que tengas que caer en la ingenuidad: no por pensar «el estrés es mi amigo» todo va a ser maravilloso. Pero, como se explica en el vídeo, puedes poner en práctica los recursos de los que dispones para hacer frente al estrés.

Nosotros tenemos varios consejos básicos para ello:

  • Aprende a identificar tus niveles «saludables» y razonables de estrés.
  • Cuando notes que estás rozando límites de agobio o incluso ansiedad, para a respirar conscientemente durante unos minutos. Realiza respiraciones largas y profundas, expandiendo los pulmones en todas direcciones.
  • Evalúa la situación y toma conciencia de esos niveles poco saludables. Sé consciente de que están ahí contigo. Hazte la promesa de mantener el control y de terminar las tareas pendientes con paciencia.
  • Comprométete con el cambio y la mejora: busca interacción social, queda con tus amigos, dedica tiempo a tu familia, haz ejercicio y cuida tu alimentación.

Y, sobre todo… ¡no te estreses por estar estresad@! Recuerda que el estrés no te mata: te mata creer que el estrés te matará 😉

 


Bloggers invitados – Despierta y Entrena

Laura Tejerina
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