Desde siempre se ha creído que reducir la ingesta de grasas era fundamental para perder peso, pero cada vez somos más conscientes de los peligros del azúcar y hay muchas dietas que apuestan por reducir o eliminar los hidratos de carbono. La guerra de las dietas ha comenzado.

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¿Qué dieta es mejor?

¿Y si todas las dietas tuvieran, en esencia, el mismo efecto sobre el organismo? Y no hablamos de las opciones extremas (como el ayuno intermitente) ni de las «dietas milagro» brutales que tanto daño hacen a nuestra salud…

Nos referimos a las dietas diseñadas y estudiadas por nutricionistas profesionales, que estudian las necesidades de cada persona para crear los programas de alimentación más adecuados. Y en nuestra sociedad occidental, lo más común es que queramos adelgazar y deshacernos de todos los kilos de más.

Pero el modo de hacerlo es distinto según el profesional a cargo, y también va cambiando con el tiempo. Hay quienes prefieren eliminar grasas, otros que apuestan por apartar los hidratos de carbono. Pero… ¿qué dice la ciencia de estas elecciones?

La guerra de las dietas: ni hidratos, ni grasas…

Los últimos estudios científicos en esta materia confirman lo que muchos ya sospechaban: los dos tipos de dieta son efectivos. En pruebas llevadas a cabo con dietas bajas en hidratos y dietas bajas en grasas, los resultados han sido los mismos.

La clave, por tanto, no está en «prohibir» un tipo de nutriente, sino en hacer una distribución más inteligente de los alimentos para reducir la cantidad total de comida que ingerimos. Es decir: si tienes exceso de peso por comer demasiado, tendrás que comer menos para tener el resultado que esperas.

Pero en los últimos días también se ha confirmado otra de las «grandes sospechas» en el mundo de la salud: lo importante no es contar calorías, sino ingerir las que sean de calidad.

¿Qué significa «calorías de calidad»? Que hay que decir adiós a las impresionantes cantidades de azúcar que ingerimos y a los alimentos ultraprocesados. No necesitas fiambre para obtener proteínas, ni Cola-Cao para endulzar la leche del desayuno.

En resumen, y como siempre hemos dicho en Despierta y Entrena: come un poco menos, pero no te obsesiones. Una «dieta milagro» solo va a traer problemas. Un cambio en tus hábitos de alimentación para comer de manera natural y sana es la solución perfecta.

Laura Tejerina
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