¿Cómo es para un niño el primer contacto con la piscina? ¿Y qué ocurre cuando ese primer contacto se da ya en la vida adulta? Hay muchas diferencias entre ambos casos, pero también muchos elementos en común. Y no debemos olvidar lo más importante: ¡nunca es demasiado tarde para aprender y para lanzarse a practicar uno de los deportes más completos!
¿De verdad es tan diferente el primer contacto con la piscina para un niño y para un adulto? El cómo se vive la experiencia no depende solo de la edad…
Aprender a nadar: el primer contacto con la piscina para niños y adultos
El primer contacto con la piscina para un niño cuando recibe clases de natación es más sencillo, ya que se trata de un mundo nuevo por explorar. La timidez en algunos va desapareciendo con el paso de las sesiones, mientras otros lo toman con soltura, y hay casos en los que un accidente doméstico genera un episodio traumático y dificulta el desarrollo de la confianza necesaria para aprender a nadar.
En los adultos las cosas no son tan diferentes. Un adulto es más analítico cuando se enfrenta al medio acuático, su experiencia le hace reconocer sus limitaciones corporales (elasticidad, masa corporal y flexibilidad), esto le hace ser más cuidadoso y conservador.
Hay muchos factores para que una persona llegue a la adultez y no haya aprendido a nadar, pero el más común es haber tenido un susto en la infancia. La gran ventaja de un adulto para tomar contacto con el agua es su gran capacidad para entender indicaciones y transformarlas en acciones.
La madurez del cuerpo adulto también juega un papel importante, ya que la coordinación y el equilibrio son las mejores herramientas en el aprendizaje de la natación. Con un trabajo adecuado y adaptado, los progresos se notarán muy rápido.
Como profesional de la natación, he descubierto diferencias muy marcadas entre un niño y un adulto en el momento de aprender a nadar. Los niños se desenvuelven mejor en clases grupales y luego se perfeccionan en clases individuales o entrenamientos si fuese el caso, los adultos buscan un ambiente de privacidad hasta tener un nivel medio, luego la competitividad los lleva a mejorar en grupos. Ya sea porque necesitamos la natación para un puesto de trabajo, por superación personal o porque queremos compartir momentos con nuestros hijos, todas las personas deberían saber nadar y practicar la disciplina de manera continua. Cada vez hay más medios y lugares accesibles para practicar este deporte, considerado uno de los más completos.
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