Savasana, o la postura del cadáver de yoga, es una de las asanas más conocidas. Muchos piensan que consiste solo en «tumbarse a dormir», pero en realidad es una postura bastante más compleja. Bien ejecutada, te puede ayudar a «resetear la mente» y a reponer fuerzas.

Savasana, la postura más difícil

Entre las personas que no practican yoga con regularidad, es habitual encontrar opiniones bastante simplonas sobre la postura Savasana. Muchos creen que es la más fácil porque no requiere ningún esfuerzo físico… ¡Nada más lejos de la realidad!

Muchos sabios del yoga consideran que la postura del cadáver es, en realidad, la más compleja. Hay que tumbarse boca arriba, con una buena postura (que no siempre es fácil de conseguir) y entrar en un estado profundo de relajación, pero sin llegar a dormirse.

Las principales dificultades al ejecutar Savasana son:

  • Flujo de pensamientos que impiden la relajación real.
  • Mala postura en la colocación de las extremidades o de la espalda en el suelo.
  • Relajación «excesiva» que nos hace caer dormidos.

Pero tenemos buenas noticias: la postura del cadáver de yoga también tiene muchas ventajas para tu salud y te ayudará a cuidar tu bienestar mental y emocional.

savasana postura del cadaver yoga

Imagen con licencia Creative Commons de Robert Bejil.

Resetea tu mente con Savasana

Aunque el estrés puede ser un buen aliado en tu día a día, muchas veces nos vemos sobrepasados por el agobio y la ansiedad. Tenemos tantas cosas que hacer que no encontramos tiempo para nada, y al final reducimos el número de horas que dedicamos a dormir.

Esto nos hace entrar en un bucle de agotamiento físico casi infinito: más sueño, más ansiedad, más sueño, más ansiedad…

Savasana, o la postura del cadáver, es una herramienta perfecta para cortar ese flujo y dar a tu cerebro un merecido descanso. Con solo 10/15 minutos dedicados a la postura, podrás «resetear tu mente» y cargar las pilas antes de seguir.

Imagina que llegas a casa después de una agotadora jornada de trabajo. No has tenido tiempo para nada, sientes el cuerpo destrozado y aún te queda mucho por hacer: recoger la casa, poner la lavadora, cocinar…

Pues hay una solución bastante sencilla: túmbate unos 10 minutos en Savasana y deja que el cuerpo entre en ese estado de relajación. Recuerda: ¡tienes que evitar dormirte! Mantén tu atención plena en el momento presente y continúa respirando conscientemente.

Esa relajación profunda es justo lo que tu cuerpo y tu mente necesitan para desconectar y recuperar energías. ¿Qué son 10 minutos de tu tiempo a cambio de notar el cerebro más fresco para las tareas que te quedan?

Con Savasana, reduces ese nivel exagerado de estrés y cansancio, y vacías tu mente de los molestos bucles de pensamientos (ese dichoso «ruido mental»).

Se dice, además, que 15 minutos de Savasana equivalen a 4 horas de sueño en lo que se refiere a sus beneficios para el cuerpo y el descanso.

¿A qué esperas para empezar a practicar Savasana?

Laura Tejerina
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