El acuatlón es un deporte de resistencia que combina dos disciplinas deportivas: la natación y el atletismo. Se desarrolla de la siguiente manera: carrera a pie, natación en aguas abiertas y carrera a pie. El acuatlón es ideal para los que quieren probar sus límites en ambas disciplinas sin realizar pruebas distintas.
El acuatlón
Cada vez hay más personas dispuestas a probar el acuatlón, atraídas por la mezcla de dos disciplinas muy practicadas en la actualidad: tanto el running como la natación tienen gran acogida entre los deportistas de todas las edades.
Una prueba de acuatlón es de pura resistencia y consiste en cubrir 2,5 km corriendo a pie, entrar en aguas abiertas y nadar 1 km para finalmente salir y terminar con otros 2,5 km corriendo a pie.
En España, este tipo de pruebas dependen de la Federación Española de Triatlón.
¿Cómo preparar una prueba de acuatlón?
Al ser el acuatlón una prueba de resistencia, un participante popular debe prepararse bien y así llegar a la competición con un estado físico muy bueno. A pesar de recorrer distancias cortas, la mezcla de dos disciplinas distintas eleva la dificultad en este deporte.
Para preparar la prueba debemos variar el entrenamiento, salir a correr y nadar en días distintos y descansar los periodos necesarios para que nuestro cuerpo se recupere.
Se debe mantener un ritmo sostenible en la primera parte de la carrera (2,5 km a pie) para llegar bien al nado (1 km) y finalmente salir del agua para terminar corriendo otros 2,5 km.
Controlar la entrada en el agua es muy importante. Tener una entrada fuerte puede provocar que nuestra frecuencia cardiaca o la respiratoria aumenten a un punto al que no estamos acostumbrados.
Debemos asegurarnos bien las gafas y así no se saldrán en mitad del recorrido. Si esto llega a pasar, es mejor parar para ajustarlas.
En aguas abiertas es más fácil desorientarse; por eso, debemos buscar un punto de referencia en el exterior para ubicarnos cada vez que salgamos a respirar.
Lo que siempre se recomienda en estas pruebas es competir sin preocuparte de los demás, ni ver el tiempo que llevas compitiendo. Solo disfruta de la prueba.
Las distancias pueden variar según la organización para facilitar la prueba a los participantes populares: un ejemplo seria una prueba con 1,5 km corriendo a pie, 500 m nadando y 1,5 km corriendo a pie.
me encanto! voy a intentarlo 🙂
¡Muchas gracias, Erika! Suerte con el reto 🙂