Practicar Pilates regularmente es una manera de asegurar un fortalecimiento global del cuerpo a medio y largo plazo, que se deja ver sobre todo en la faja abdo-lumbar (core) y en toda la musculatura que protege nuestra columna vertebral. Fuerza y postura son dos elementos clave de este método, pero la flexibilidad también es fundamental. Te contamos por qué es importante la flexibilidad en Pilates y qué puedes hacer para mejorarla, tanto dentro como fuera de la clase.

Pilates – Despierta y Entrena

La flexibilidad en Pilates: un reto y muchos beneficios

Son muchos los ejercicios de Pilates que requieren un gran nivel de flexibilidad para garantizar la correcta ejecución (por ejemplo, los círculos a una sola pierna), pero no debemos pensar que volver nuestros músculos más flexibles es solo una cuestión de «estilo» durante la hora que dura la clase.

La flexibilidad se debe entrenar porque se va deteriorando drásticamente con el paso del tiempo, y su carencia en la tercera edad (o incluso antes, en personas sedentarias) conlleva el desarrollo de limitaciones reales para llevar a cabo una vida normal. Pensemos que la flexibilidad de los músculos nos permite, entre otras cosas, agacharnos para ponernos el calzado o mantener los músculos ágiles y sin acortamiento de las fibras.

Nuestro principal consejo, por tanto, es que trabajes la flexibilidad en tu día a día y que la incorpores a tus rutinas de entrenamiento. De este modo, mejorarás tu rendimiento en el ejercicio y además estarás cuidando tu salud a largo plazo.

Por suerte, la flexibilidad en Pilates se trabaja de muchas maneras, e incluso existen adaptaciones en los ejercicios para ir progresando poco a poco hasta lograr la extensión muscular a los niveles necesarios. Además, algunos ejercicios, como la famosa «V» de Pilates, permiten trabajar de distintas formas según tus limitaciones: cuanto más cerrada sea el ángulo que forman las dos partes del cuerpo, será necesaria más flexibilidad; en cambio, cuanto más abierto sea el ángulo, disminuirá la dificultad de ese tipo y aumentará el esfuerzo relacionado con la fuerza de la faja abdo-lumbar.

Te recomendamos realizar ejercicios diariamente, ayudándote de un cinturón (como en la foto) para ir aumentando la dificultad –las piernas tienen que vencer esa resistencia extra, y además puedes avanzar controlando la intensidad del ejercicio– y sentándote en un bloque (como los de yoga) si te cuesta mantener la espalda recta con las piernas estiradas.

Sobre todo… ¡No te rindas! Y recuerda que la flexibilidad en Pilates va mejorando mucho más rápido y es una buena forma de complementar los ejercicios que hagas por tu cuenta. ¡Consulta nuestro calendario de clases para venir con nosotros a Pilates!

Laura Tejerina
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